Bernal
Díaz del Castillo, en La verdadera
historia de los sucesos de la Conquista de la Nueva España,
relata las diversas aventuras que vivió durante sus años de
juventud en la empresa de la Conquista de lo que se conoce ahora como
diversas regiones de América Latina. En los primeros cinco
capítulos, Díaz del Castillo narra cómo es que salió de Castilla, el descubrimiento de Yucatán y Campeche y sus viajes en
barco. En cada uno de estos sucesos, los españoles tienen diversos
enfrentamientos armados con los naturales de la región.
En
los diversos encuentros, el autor describe cómo los indígenas y
españoles se comunicaban por medio de señas. Se llevan a cabo
conversaciones con “diálogos” extensos y hasta complejos, por lo
cual puede cuestionarse si en realidad éstos fueron malinterpretados o
hasta inventados en una gran parte por los españoles. Esto
puede verse reflejado en el relato de la emboscada, cuando los
indígenas llegaron al barco y los españoles les dieron de comer, los primeros acordaron descender a tierra y ser llevados a las casas de los
jefes indígenas para que comieran con ellos en sus casas. Toda esta
gama de acciones que debían ser llevadas a cabo, tanto por españoles
como por indígenas, debe parecer difícil de explicar únicamente
por medio de señas. Así pues, las preguntas del tipo “¿Ustedes
vienen de las tierras de donde sale el Sol?” y su significado deben
haber parecido más difíciles de entender por los españoles que lo
que el autor describe.
Es
importante notar que los naturales
de cada región a la que Díaz del Castillo se refiere estaban en su
mayoría en guerra con otros pueblos indígenas, y que por lo tanto
eran comunidades guerreras, listas a tomar acciones violentas y
barbáricas, con tal de defender sus tierras y familias. Es por lo
mismo que le temían a lo desconocido y, al observar los barcos de
los españoles, su vestimenta y facciones, decidieron adoptar una
postura hostil contra sus “conquistadores” tendiéndoles trampas
y batallando insistentemente contra ellos. Aún cuando años más
tarde los españoles describían a los indígenas como inocentes y
adoptaban en algunos casos una postura paternalista con ellos, los
pueblos indígenas eran grupos guerreros sanguíneos que conocían
estrategias de batalla eficaces que los ayudó a combatir y
defenderse de la Conquista a la que luego se vieron sometidos.
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