La obra de teatro épica Rabinal
Achí, narra, en sus cuatro actos, la
captura del Varón de los Queché por el Varón de Rabinal, el
anuncio al Jefe Cinco-Lluvia y la Señora, su decisión ante el Varón
de Rabinal de no aceptar inclinarse ante la fortaleza
Cak-Yug-Cakacaonic-Tepecanic y su encuentro con el Jefe
Cinco-lluvias, su condena y sus deseos concedidos. Al final, el Varón
de los Queché regresa a enfrentar su muerte por los jaguares y
águilas del Jefe Cinco-Lluvias.
Es importante observar que en la discusión entre el Jefe Cinco-Lluvias y el Varón de los Queché, este último admite que lo que ha hecho ha estado mal, pero no se arrepiente, ya que cree firmemente en el fin que desea alcanzar: “Ciertamente, he obrado mal a causa del deseo de mi corazón. […] Ciertamente, yo renegué tu palabra, tus órdenes, aquí a la faz del cielo, a la faz de la tierra, a causa del deseo de mi corazón. Si es necesario que yo muera aquí, que desaparezca (aquí) […] Yo las probaré como señal suprema de mi muerte”. Es por lo mismo que acepta la condena a muerte que el Jefe Cinco-Lluvias le impone y pide que se le concedan distintos deseos antes de que se le aplique la pena de muerte.
Es importante observar que en la discusión entre el Jefe Cinco-Lluvias y el Varón de los Queché, este último admite que lo que ha hecho ha estado mal, pero no se arrepiente, ya que cree firmemente en el fin que desea alcanzar: “Ciertamente, he obrado mal a causa del deseo de mi corazón. […] Ciertamente, yo renegué tu palabra, tus órdenes, aquí a la faz del cielo, a la faz de la tierra, a causa del deseo de mi corazón. Si es necesario que yo muera aquí, que desaparezca (aquí) […] Yo las probaré como señal suprema de mi muerte”. Es por lo mismo que acepta la condena a muerte que el Jefe Cinco-Lluvias le impone y pide que se le concedan distintos deseos antes de que se le aplique la pena de muerte.
Por último, debe notarse el constante paralelismo
que se utiliza a lo largo de la obra teatral para resaltar ciertos
aspectos que se consideran importantes. Por ejemplo, “bajo el
cielo, sobre la tierra”, “en donde están tus montañas, en donde
están tus valles”, para denotar lugares importantes; “al hijo de
mi flecha, al hijo de mi escudo, a mi maza extranjera, a mi hacha
extranjera” para denotar armas, o para expresar actitudes “a mi
fuerza, a mi arrojo.” Esta figura literaria es usada constantemente
a lo largo del texto y por ello es una pieza clave para entender y
analizar aspectos de lugar, tiempo y características de cada uno de
los personajes de la obra, conociendo no solo cómo es su
comportamiento ante los demás y en las circunstancias en que se
encuentran, sino también cómo influye su entorno (montañas,
valles, jaguares, águilas) en ellos.
Fotos tomadas de:
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